San Onofre fue un ilustre anacoreta del siglo IV que renuncio a sus riquezas (era hijo de un príncipe) para vivir en soledad y apartado del mundo en una cueva. Allí sirvió a Dios durante 60 años alimentándose solo de dátiles y agua, pero un ángel, enviado por el Altísimo, reconfortaba su espíritu, le llevaba pan a diario y le administraba la eucaristía los domingos.
Por sus obras admirables, por su entrega al Señor siguiendo sus huellas, por sus muchas virtudes, hoy goza de la Gloria y desde allí es mediador y protector nuestro, y son innumerables los favores y milagros que Dios hace por su mediación. Su festividad se celebra el día 12 de junio.
ORACIÓN DE PETICIÓN
Señor y Dios nuestro, Padre compasivo y todopoderoso,
Señor de misericordia infinitamente bueno y generoso,
escucha mis suplicas que hoy te dirijo confiadamente.