Cuando las necesidades son extremas y desesperadas y por más que lo intentamos no podemos encontrar la adecuada solución, hay que pedir con insistencia la bendición divina.
El Señor de los Afligidos es clemente y prodigioso, así lo testifican la inmensa cantidad de fieles devotos que tiene; esta considerado uno de los Cristos mas milagroso y que más favores concede cuando se acude a sus plantas pidiendo con humildad y confianza que haga que se acaben las aflicciones que amargan y endurecen nuestro diario caminar por la vida.