La Virgen María tiene un corazón tan bondadoso que siempre está abierto para confortarnos en las penas y ampararnos en los peligros. Siempre está dispuesta a cubrirnos con el manto de su misericordia y acogernos bajo su protección.
Si tienes un asunto difícil de resolver, o una gran necesidad que debes que solucionar con urgencia, acude a la Virgen de las Gracias mediante esta oración:
Virgen Santísima, Virgen pura e Inmaculada
celeste tesorera de todas las gracias divinas,
Madre de Jesucristo y muy amada madre mía,
no tengo para ti más que alabanzas
pues siempre estas atenta a nuestras adversidades
y haces lo imposible para allanarnos los caminos.
no tengo para ti más que alabanzas
pues siempre estas atenta a nuestras adversidades
y haces lo imposible para allanarnos los caminos.