Oh Santísimo Cristo Crucificado de los Desamparados,
mi amado Señor, mi Redentor, mi Salvador,
Pan vivo bajado del Cielo, alimento de nuestra alma,
acudo a tu Corazón compasivo pidiendo des calma a mi vida,
dame tu Luz para que las sombras queden atrás,
que tu Justicia, Sabiduria y Verdad me guíen cada día,
y tu Amor me acompañe y me ayude en toda ocasión
para que todo lo que haga y diga sea para bien,
sea bendecido en tu Santo Nombre
y ningún obstáculo se interponga ni detengan mis pasos.