El Santo Niño de las Suertes se apareció tal y como hoy se venera en el templo de san Bernardo, en Tacubaya, México.
Lo más significativo es la calavera en la que está recostado y que nos representa a nosotros, los hombres.
Nos da a entender que está con nosotros para darnos su paz, amor, sabiduría y misericordia; El con sus manitas nos rodea y da su protección, nos invita a acogernos a su Divino auxilio para que no tengamos ningún temor ni preocupación. También es símbolo de como Jesús venció a la muerte con su Gloriosa Resurrección.