Oh Madre de misericordia, Madre del Amor Santo,
dulce Señora, Virgen pura e Inmaculada
de corazón santo y grande, de virtudes heroicas,
ante Ti, que con bondad sales a nuestro encuentro
cuando agobiados te llamamos en la dificultad,
deposito toda mi esperanza, mi seguridad y devoción
pues sé que Tú, amorosa y dulce Madre,
Reina de los Ángeles, de los Santos y mía,
por ser la que está en los Cielos mas cerca de Dios,
conseguirás de su Divina Majestad la atención necesaria
para presentarle la súplica que con tanta confianza solicito.