La Bienaventurada Virgen María cuando se apareció a santo Domingo de Guzmán a principios del siglo XIII llevaba en sus manos el Santo Rosario, le indicó a este santo como debía rezarlo, le pidió que difundiera su devoción entre los hombres y le hizo 15 Promesas, que son los 15 grandes beneficios que a través de su piadoso rezo se pueden obtener.
En el transcurrir de los siglos son innumerables las gracias y favores, lo milagros y prodigios, que se han llevado a cabo por intercesión de la Santísima Virgen del Rosario, así como por el rezo frecuente del Santo Rosario.