humilde y paciente testigo del Amor de Dios,
y, por tu valentía y caridad, merecedor del Poder de Dios,
enséñame a depositar toda mi confianza en Él,
a buscarle tanto en las alegrías como en las penas
y a saber darle las gracias por todo lo que me da.
Tú que pusiste toda tu confianza en la oración
y ensalzaste y engrandeciste el Nombre de Cristo
iluminando a las gentes con Luz del Evangelio,
tú que todo lo dejaste y a todo renunciaste
entregando tu cuerpo y alma para servirle,
ahora que gozas de la Eterna Bienaventuranza
ora por mí ante Él, ruega por mí ante Él.
y, por tu valentía y caridad, merecedor del Poder de Dios,
enséñame a depositar toda mi confianza en Él,
a buscarle tanto en las alegrías como en las penas
y a saber darle las gracias por todo lo que me da.
Tú que pusiste toda tu confianza en la oración
y ensalzaste y engrandeciste el Nombre de Cristo
iluminando a las gentes con Luz del Evangelio,
tú que todo lo dejaste y a todo renunciaste
entregando tu cuerpo y alma para servirle,
ahora que gozas de la Eterna Bienaventuranza
ora por mí ante Él, ruega por mí ante Él.
Tú que, por ser fiel siervo del Señor
y por cumplir sus designios mientras viviste en la tierra,
recibiste el don de hacer maravillas y obrar milagros
y obtuviste auxilio en todas tus angustias y dificultades,
suplícale me conceda abundancia de bienes
tanto espirituales como materiales.
Santo de la buena suerte,
recibiste el don de hacer maravillas y obrar milagros
y obtuviste auxilio en todas tus angustias y dificultades,
suplícale me conceda abundancia de bienes
tanto espirituales como materiales.
Santo de la buena suerte,
por aquel amor que te encaminó hacia el prójimo
por tu caridad, por tu afán de auxiliar al necesitado,
te pido me preserves de toda ruina y carencia,
y abogues por mi bienestar y prosperidad,
te pido que uses tu mucha influencia celestial
para que no tenga problemas de dinero,
por favor, que tu poder me acompañe cada día
y tus bendiciones lleguen a mi vida y mi sentir.
Pon en mi camino buenas oportunidades
y ayúdame a tener abundancia económica,
apiádate de mi dura y asfixiante situación
y haz que en breve consiga ver realizados mis sueños:
(di ahora lo que tanto deseas conseguir).
San Patricio que por tu mediación ante el Señor
mi vida cambie y quede en el olvido todo desasosiego,
que se aleje toda ansiedad y preocupación
y pueda vivir sin estrecheces ni necesidades,
que por tu poderoso patrocinio la buena suerte,
la fortuna, la abundancia y la riqueza
me acompañen desde hoy en todo momento
y me brinden multitud de satisfacciones y paz.
Bienaventurado san Patricio tómame bajo tu protección,
ayúdame a saber ensalzar el Nombre de Dios siempre
y a no dejar nunca de amarle con todo el corazón,
enséñame a tener generosidad con mis semejantes
y a dirigir mis pensamientos y obras al servicio de Dios.
San Patricio, yo......., con gratitud y veneración
no olvidaré que tú me asististe cuando te lo pedí,
te llevaré siempre muy dentro mi corazón
y no dejaré de hablar a quién lo precise como yo
de tu poder, de lo bueno y lo milagroso que eres
y con afecto y entrega les haré llegar esta tu oración.
Que el poder de la Santísima Trinidad me rodee
y me salve de toda mala situación,
que la Luz del Evangelio ilumine mis actos y palabras
y sea quien oriente mis pasos por la buena senda.
Que mi oración suba hasta el Trono del Altísimo
y reciba el favor que pido para mi bienestar.
Que así sea, así será, así hecho está. +
Reza tres Padrenuestros, un Avemaría y un Gloria.
Tienes que repetir la oración y los rezos, con mucha fe, por la mañana y por la tarde, durante tres días seguidos.
San Patricio es un santo obispo y confesor del siglo ... que sirvió a Dios con todas sus fuerzas perseverando en la fe, además, como misionero, predicó con ahínco la Buena Nueva a las gentes y, por inspiración divina, fue enviado por Dios a Irlanda para conseguir su conversión, alimentándoles con el pan de la salvación y la Palabra de vida, cosa que, a pesar de múltiples contratiempos y adversidades consiguió; años más tarde sus discípulos siguieron su buen ejemplo y también llevaron el Evangelio a numerosos países extranjeros.
Con una gran e indestructible fe en la Santísima Trinidad, fue un hombre generoso y valiente que nunca dudo de la ayuda que podía recibir de Dios y a diario se encomendaba a Él para recibir los Auxilios Divinos. Haz tu lo mismo y encomiéndate al Señor Todopoderoso, ruega, a través de San Patricio, que tus peticiones sean atendidas en la mayor brevedad posible.
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