¡Oh venerable y muy poderoso san Cipriano!
bendito hombre lleno de entrega, claridad e intuición,
que en la tierra fuiste afamado clérigo, prolífico escritor,
y, sobre todo, servicial obispo de la Iglesia del Creador,
danos en estos momentos tu ayuda y tu bendición.
Tú que hoy merecidamente gozas de la Gloria
y en el Cielo, junto a la Trinidad Santa, la Virgen María,
los Patriarcas, los Apóstoles, Ángeles y demás Santos,
rodeas el Trono del Altísimo y gozas de su compañía,
haz que mis rezos y peticiones sean escuchadas,
dame tu protección y regálame uno de tus grandes favores.
Bendito san Cipriano, santo de caridad y gran ayuda,
siempre lleno de misericordia, de paz y mucho amor,
tú que estás siempre pendiente de nuestras aflicciones,
de nuestros graves problemas sentimentales y emocionales,
oye nuestro clamor, tiende tus manos y socórrenos:
ayúdanos a salir de las penas que dañan nuestro corazón,
haz que seamos gratamente beneficiados por tu mediación
y consigamos lo antes posible ver realizado lo que ansiamos.
San Cipriano, tengo fe en tu poder de mediación
y te pido me ayudes a atraer, conquistar y enamorar a .......
(di ahora el nombre de la persona que amas),
haz que se aleje inmediatamente de cualquier otra persona
que ronde en su cabeza, en su corazón o sentidos
y vuelva a ser yo quien abarque todos sus pensamientos.
San Cipriano, te ruego, aleja de el/ella otros amores,
que solo me busque a mí, ahora y en cada momento,
haz que siempre tenga deseos de estar junto a mí,
que se sienta atraído-a y se enamore locamente de mí
que ....... no sea capaz de vivir alejado-a de mí,
siempre esté pensando y soñando conmigo y nadie más
y tenga seguridad que yo y solo yo soy su amor perfecto.
Justo en este instante, esté con quien y donde esté,
él/ella me buscará porque su pensamiento está en mí:
haz que cuando descanse, solo tenga sueños conmigo,
y, al despertarse esté con ansias de verme y estar junto a mí,
haz que en cada comida me vea exclusivamente a mí,
cada paso que dé, por donde camine, piense en mí,
cada y absoluta cosa que haga esté pensando en mí.
Que siempre quiera verme, que sienta mi olor, mi perfume,
que me evoque con cariño y quiera besarme, abrazarme,
que en su cabeza solo desee protegerme, cuidarme, mimarme,
y en su corazón a cada instante me ame cada vez más
y en su imaginación esté presente el amor que le profeso.
San Cipriano, tú que das paz a los enamorados,
haz que sienta un profundo e inusual deseo por mí,
como jamás una persona lo ha sentido y nadie lo sentirá;
haz que se sienta a gusto sólo conmigo,
que sienta deseo y pasión exclusivamente por mí persona
y que sólo alcance la tranquilidad si está a mi lado.
En especial quiero que me alcances de los Cielos
esto que con tanta fe y esperanza solicito:
(di ahora con sinceridad los problemas que tienes
y lo que deseas conseguir para ser feliz sentimentalmente).
Seguro-a estoy de que tu harás posible lo que pido,
por favor, que mis suplicas sean escuchadas y atendidas,
con humildad de corazón me he dirigido a ti
esperando que con la mayor rapidez trabajes a mi favor
y hagas posible que pueda tener el amor de.......
Con todo mi corazón te doy gracias San Cipriano,
sé que enseguida pondrás manos a la obra mi encomienda
y en agradecimiento prenderé una vela en tu honor,
daré a conocer lo mucho que ayudas en el amor
y te tendré en cuenta en mis oraciones;
mi muy querido Cipriano, santo benefactor y protector
yo....... también prometo darte honra y culto
desde hoy y en todo momento y ocasión.
Oh insigne san Cipriano, pídele también al Creador
que, con su amor, con su generosidad, justicia y paz
nos alcance el camino de la verdadera vida,
para que, cuando llegue el día, lleguemos a gozar
junto a ti y demás Santos de los bienes eternos.
Por Jesucristo nuestro Señor, que junto al Padre
y al Espíritu Santo reinan en los Cielos
desde siempre y por toda la eternidad. Amén.
Reza con fervor y dedicación 3 Padrenuestros y 3 Glorias.
La oración y los rezos tienes que hacerlos 3 días seguidos.
NOTA IMPORTANTE: la vela puedes encenderla cualquiera de los tres días de oración, el mejor momento es por la noche, pues hay más tranquilidad y puedes concentrarte en los que haces. Piensa en la persona que quieres atraer y enamorar, imagina que ya estás junto a él/ella y, una vez prendida, colócate delante de ella, mira durante unos segundos la llama y di en voz alta:
Cuerpo y alma de ....... (nombre de la persona que amas)
No has de ver, ni sentir, ni desear, ni querer a ninguna mujer (u hombre) más que a mí ....... (tu nombre)
Espíritu de San Cipriano, ¡tráemelo! Espíritu de Santa Marta, amansa y domina a ....... Espíritu de Santa Elena, ayúdame a vencer y conquistar el corazón de .......
Cuerpo y alma de ....... (nombre de la persona), no has de ver ni querer a ninguna mujer (u hombre) más que a mí y solo a mí ....... (tu nombre), no has de mirar ni ver a nadie más que a mí.
Espíritu de la Caridad del Cobre, ¡tráemelo-a ya! Virgen de Covadonga, tráeme cuanto antes a .......
Espíritu de luz que alumbras las tinieblas de las almas, alumbra hoy el cerebro de (nombre de la persona) para que piense en mí noche y día y no pueda apartarme de su pensamiento. Te pido que sea esclavo-a de mi amor; que solo piense en el amor que yo ....... siento hacia el/ella.
¡Tranquilidad no le des hasta que a mi lado esté!
Así sea, así se cumpla, así será por el poder de san Cipriano.
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Muchas gracias gracias gracias por todo...
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