El Arcángel san Miguel es el mejor protector personal que puedes encontrar; también es patrón protector de varias ciudades repartidas por el mundo a las que ampara con sus portentosas alas, defiende con su enérgica espada, preserva con su poderoso escudo y, sobre todo, concede valor y fortaleza para que puedan obtener victoria frente a cualquier enemigo.
ORACIONES MUY PODEROSAS
Glorioso Príncipe
Miguel, capitán de las huestes
Celestiales,
poderoso guerrero de Luz, caudillo y fiel siervo
de Dios,
guardián amoroso
de nuestras almas
y vencedor eficaz de
los ángeles rebeldes,
tú que eres
nuestro poderoso defensor y protector,
tú que gozas de las virtudes celestiales,
consuélanos cuando nos sintamos afligidos,
defiéndenos cuando nos veas indefensos
y aleja de nuestro alrededor, de nuestras vidas,
a las malas personas que quieran nuestra perdición,
vuela hacia nosotros cuando estemos en peligro,
cubre con tus alas nuestros cuerpos y almas
y llénanos de paz, tranquilidad y bendición,
hazlo en toda ocasión y momento,
y, sobre todo, que tu amparo nos ayude a ser mejores
defiéndenos cuando nos veas indefensos
y aleja de nuestro alrededor, de nuestras vidas,
a las malas personas que quieran nuestra perdición,
vuela hacia nosotros cuando estemos en peligro,
cubre con tus alas nuestros cuerpos y almas
y llénanos de paz, tranquilidad y bendición,
hazlo en toda ocasión y momento,
y, sobre todo, que tu amparo nos ayude a ser mejores
y a ser más fieles a Dios y su Palabra.
Así sea.
ANTIGUA Y EFECTIVA ORACIÓN
Así sea.
ANTIGUA Y EFECTIVA ORACIÓN
DE DEFENSA Y PROTECCIÓN
(Debe hacerse sosteniendo,
con la mano derecha, un crucifijo en alto).
(Debe hacerse sosteniendo,
con la mano derecha, un crucifijo en alto).
Por la señal de la Santa Cruz +
de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro +
en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo+
Oh Glorioso príncipe de la Hueste Celestial,
de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro +
en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo+
Oh Glorioso príncipe de la Hueste Celestial,
san Miguel Arcángel, vencedor de los demonios,
defiéndenos con tu espada en la batalla
y en el terrible combate que estamos librando
contra los Principados y Potestades del aire,
contra los Dominadores de este mundo tenebroso,
en contra de todos los Espíritus del Mal.
Ven en ayuda del hombre,
a quien Dios Todopoderoso creó inmortal,
hecho a su imagen y semejanza,
y redimido por un gran precio de la tiranía de Satanás.
defiéndenos con tu espada en la batalla
y en el terrible combate que estamos librando
contra los Principados y Potestades del aire,
contra los Dominadores de este mundo tenebroso,
en contra de todos los Espíritus del Mal.
Ven en ayuda del hombre,
a quien Dios Todopoderoso creó inmortal,
hecho a su imagen y semejanza,
y redimido por un gran precio de la tiranía de Satanás.
Pelea en este día
la batalla del Señor,
junto con los santos ángeles y demás gloriosos arcángeles,
igual que combatiste al líder de los orgullosos ángeles, Lucifer y a su hueste apóstata,
quienes no tuvieron poder para resistirte
y tampoco hubo ya lugar para ellos en el cielo.
Esa cruel serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás,
que seduce al mundo entero,
fue arrojada al abismo junto con sus seguidores.
Mira, este enemigo primitivo y asesino del hombre
ha tomado fuerza y pretende crear mal.
Transformado en un ángel de luz,
anda alrededor del mundo
con una multitud de espíritus perversos,
invadiendo la tierra
para borrar el nombre de Dios y el de Jesucristo,
apoderarse, asesinar y arrojar a la eterna perdición
a las almas destinadas a la corona de la gloria eterna.
Este malvado dragón vierte, como la inundación más impura,
el veneno de su malicia en los hombres de mente depravada
y que tienen corrupto el corazón;
el espíritu de mentira, de impiedad, de blasfemia,
y de aire pestilente de impureza y de todo vicio e iniquidad.
Estos astutos y pérfidos enemigos
junto con los santos ángeles y demás gloriosos arcángeles,
igual que combatiste al líder de los orgullosos ángeles, Lucifer y a su hueste apóstata,
quienes no tuvieron poder para resistirte
y tampoco hubo ya lugar para ellos en el cielo.
Esa cruel serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás,
que seduce al mundo entero,
fue arrojada al abismo junto con sus seguidores.
Mira, este enemigo primitivo y asesino del hombre
ha tomado fuerza y pretende crear mal.
Transformado en un ángel de luz,
anda alrededor del mundo
con una multitud de espíritus perversos,
invadiendo la tierra
para borrar el nombre de Dios y el de Jesucristo,
apoderarse, asesinar y arrojar a la eterna perdición
a las almas destinadas a la corona de la gloria eterna.
Este malvado dragón vierte, como la inundación más impura,
el veneno de su malicia en los hombres de mente depravada
y que tienen corrupto el corazón;
el espíritu de mentira, de impiedad, de blasfemia,
y de aire pestilente de impureza y de todo vicio e iniquidad.
Estos astutos y pérfidos enemigos
han llenado y embriagado con hiel y amargura
esta Iglesia, la esposa del Inmaculado Cordero,
y han puesto sus manos impías
en sus más sagradas posesiones.
En el Santo Lugar, en donde la sede de San Pedro
y el asiento de la verdad
esta Iglesia, la esposa del Inmaculado Cordero,
y han puesto sus manos impías
en sus más sagradas posesiones.
En el Santo Lugar, en donde la sede de San Pedro
y el asiento de la verdad
han sido colocados como la luz del mundo,
ellos han levantado el trono de su
abominable impiedad,
con el designio inicuo de que cuando el Pastor sea herido, también las ovejas pueden ser heridas.
con el designio inicuo de que cuando el Pastor sea herido, también las ovejas pueden ser heridas.
Entonces
levántate, oh Príncipe invencible,
dale ayuda al pueblo de Dios
en contra de los ataques de los espíritus perdidos.
Dale la victoria al pueblo de Dios:
ellos te veneran como su protector y patrón;
en ti la gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa
contra el maligno poder del infierno;
a ti te ha confiado Dios las almas de los hombres
para ser establecida en bienaventuranzas celestiales.
Ora sin cesar y con entrega al Dios de la paz,
dale ayuda al pueblo de Dios
en contra de los ataques de los espíritus perdidos.
Dale la victoria al pueblo de Dios:
ellos te veneran como su protector y patrón;
en ti la gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa
contra el maligno poder del infierno;
a ti te ha confiado Dios las almas de los hombres
para ser establecida en bienaventuranzas celestiales.
Ora sin cesar y con entrega al Dios de la paz,
para que ponga a Satanás
bajo nuestros píes, derrotado,
para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio
y lastimar a la Santa Iglesia.
Ofrece nuestras oraciones a la vista del Altísimo,
para que pronto pueda encontrar misericordia
para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio
y lastimar a la Santa Iglesia.
Ofrece nuestras oraciones a la vista del Altísimo,
para que pronto pueda encontrar misericordia
y obtener lo mejor a los ojos del Señor;
y venciendo al dragón, al enemigo infernal,
la antigua serpiente que es el diablo y Satanás,
tú nuevamente lo pongas cautivo en al abismo,
para que no pueda ya más seducir a las naciones.
la antigua serpiente que es el diablo y Satanás,
tú nuevamente lo pongas cautivo en al abismo,
para que no pueda ya más seducir a las naciones.
Amén.
Miren la Cruz
del Señor, vean la Santa Cruz
y sean dispersos los poderes de los enemigos.
El León de la tribu de Judá
ha conquistado la raíz de David.
Qué tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor.
Así como hemos tenido esperanza en Ti,
oh Señor, escucha nuestra oración,
y deja que mi llanto llegue a Ti.
OREMOS CON FE A DIOS
Oh Dios, Padre nuestro, señor Jesucristo,
invocamos con fe tu Santo Nombre,
y suplicantes imploramos tu clemencia,
para que por la poderosa intercesión
de la siempre Virgen María Inmaculada Madre nuestra,
y por el glorioso San Miguel Arcángel,
Tú te dignes ayudarnos contra Satanás
y todos los demás espíritus inmundos,
que andan por el mundo
para hacer daño a la raza humana
y para arruinar a las almas. Amén. +
y sean dispersos los poderes de los enemigos.
El León de la tribu de Judá
ha conquistado la raíz de David.
Qué tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor.
Así como hemos tenido esperanza en Ti,
oh Señor, escucha nuestra oración,
y deja que mi llanto llegue a Ti.
OREMOS CON FE A DIOS
Oh Dios, Padre nuestro, señor Jesucristo,
invocamos con fe tu Santo Nombre,
y suplicantes imploramos tu clemencia,
para que por la poderosa intercesión
de la siempre Virgen María Inmaculada Madre nuestra,
y por el glorioso San Miguel Arcángel,
Tú te dignes ayudarnos contra Satanás
y todos los demás espíritus inmundos,
que andan por el mundo
para hacer daño a la raza humana
y para arruinar a las almas. Amén. +
Reza tres Padrenuestros y un Gloria.
Haz las oraciones junto a los rezos que se indican en cada una de ellas con mucho fervor durante tres días seguidos.
Cualquiera de los tres días es aconsejable que prendas incienso y pases el humo que desprende por las habitaciones y sobre ti (si quieres proteger a más personas, pasa el humo también por ellas).
Prende una vela azul celeste a san Miguel, para que reciba la luz de tu pedido, no debes apagarla hasta que se consuma.
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Arcangel San Migue proteja mi casa de todo lo malo
ResponderEliminarSan Miguel en estos momentos en que la paz mundial peligra te pido defiendas y protejas a UCRANIA, que puedan salir de los conflictos bélicos y que no haya más victimas inocentes, no los abandones, dales tu ayuda para que recuperen su paz y puedan volver a ser libres.
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