• Significado clave: El poder del ritmo. Discriminación.
• Ciclo de poder: Verano.
El picapinos es uno de esos pájaros cuya historia está llena de mitos y tradiciones, gran parte de ellos relacionados con su característica más destacada: su rítmico tamborileo. El picapinos es pariente del pájaro carpintero, con el que comparte muchas cualidades y características.
En la tradición popular europea, se consideraba al picapinos un profeta del estado del tiempo, pues se creía que era capaz de indicar los cambios atmosféricos con su tamborileo, y algunos creían incluso que era el pájaro del trueno. En Babilonia se decía de él que era el hacha de Ishtar, y estaba relacionado con la fertilidad. En la tradición griega clásica ocupaba el trono de Zeus, y se consideraba sagrado para este dios del trueno; pero también se decía que era el oráculo de Marte, debido a que su rítmico golpeteo solía acompañar las batallas. Por su parte, los romanos contaban una leyenda acerca del picapinos, según la cual Circe, enamorada del dios de los bosques Pico, había terminado convirtiéndolo en un picapinos por rechazar su amor.
En las tradiciones nativas americanas, el picapinos estaba relacionado con el latido cardíaco de la Tierra, y le daban a su tamborileo diversas conexiones místicas, desde los ritmos de cada nueva vida hasta aplicaciones en los cambios de forma, al tiempo que los chamanes aprendían a cabalgar sobre el redoble de su tamborileo para acceder a otras dimensiones.
Claro está que existen diferentes tipos de picapinos, cada uno de los cuales tiene sus propias características; pero la mayoría de ellos son blancos y negros, presentando muchos de ellos algún tipo de aderezo rojo en la cabeza. El blanco y el negro apuntan a la necesidad de ver con claridad los problemas y los distintos aspectos de la vida, y nos dicen que todo aparece meridianamente claro cuando se observa de cerca con atención.
El pico pubescente es el más pequeño de la familia de los picapinos, aunque también el más común y el más sociable. El picamaderos norteamericano, que se puede encontrar en gran parte de los bosques de Estados Unidos, es un experto leñador de cresta roja, además del más grande de los picapinos, pues puede llegar a alcanzar el tamaño de una corneja. Por su parte, el pájaro carpintero cabecirrojo es también muy común; y, aunque la mayoría de los picapinos (especialmente los machos) siempre tienen algo rojo en la cabeza, este pájaro va aún más allá, pues tiene un manto de plumas rojas que le cubren toda la cabeza y el cuello.
Las plumas rojas que nos encontramos en la zona de la cabeza de cualquier pica-pinos indican la estimulación de las actividades mentales y de los chakras de la cabeza, y apuntan en definitiva al despertar de nuevas facultades mentales; hecho que se materializa simbólicamente por el picoteo de los troncos, que constituye el rasgo distintivo de este pájaro. Los picapinos hacen agujeros en los árboles y en la madera con el fin de poder alcanzar con su pico larvas y otros insectos. Esa labor de perforación, sobre todo teniendo en cuenta que la hacen con la cabeza, es el reflejo de un incremento en el análisis.
Los picapinos tienen unos picos fuertes y puntiagudos, y tienen también la cabeza más pesada, con lo cual potencian el efecto percutor del martilleo.
Desde una perspectiva simbólica, el agudo pico de los picapinos y su larga e incisiva lengua estarían apuntando al arte de la discriminación. Si el picapinos ha tocado el tambor para ti, convendrá que te hagas algunas preguntas muy concretas:
¿Estás contemplando determinados aspectos de tu vida de forma racional? ¿Hay gente a tu alrededor que no discrimine en sus actividades? ¿Eres tú quien no discrimina? ¿Acaso tú o alguien que te rodea estáis pasando de una situación a otra sin hacer ningún análisis?
En ocasiones, el picapinos aparecerá simplemente para marcar un nuevo ritmo en tu vida, pues el ritmo es capaz de generar potentes efectos en las energías físicas. Hay veces en que nos involucramos tanto en nuestras actividades cotidianas mentales y espirituales que nos olvidamos de lo físico, y es entonces cuando puede hacer acto de presencia el picapinos. Aunque también puede reflejar la necesidad de hacer un cambio de ritmo en tu vida.
El picapinos tiene unas garras fuertes y ganchudas que le permiten sujetarse bien al tronco de los árboles, impulsándose hacia arriba con las plumas de la cola. También tiene un vuelo peculiar, como si diera saltos en el aire; aletea, se deja caer, aletea y se deja caer, adoptando un ritmo de vuelo muy particular.
Todo esto no hace más que resaltar el hecho de que cada vez va a ser más importante para ti seguir tus propios ritmos y tu propia manera de volar. Es decir, haz aquello que te funcione a ti, y hazlo de la manera que mejor te resulte; pues, cuando el picapinos entre en tu vida, está diciendo que ya dispones de los cimientos, y que ahora solo tienes que seguir tus propios ritmos.
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