San Cipriano ha sido alabado en todos los tiempos por su poder contra los demonios y es invocado para deshacer cualquier maldición, magia o conjuro hecho sobre nosotros pues proporciona una especial protección cuando es invocado y libera de toda mala acción recibida o por recibir.
Esta oración es muy eficaz para proteger de males enviados, de enemigos ocultos o visibles, de magias, envidias, odios ... y cualquier otro mal que nos deseen o hayan arrojado sobre nuestras vidas, hogar, trabajo o personas que amamos.
Esta oración es muy eficaz para proteger de males enviados, de enemigos ocultos o visibles, de magias, envidias, odios ... y cualquier otro mal que nos deseen o hayan arrojado sobre nuestras vidas, hogar, trabajo o personas que amamos.
Dios Todopoderoso que te manifiestas en tus obras,
Altísimo Señor de todo lo creado amado por los hombres,
a quien respetan humildes los celestiales Ángeles,
obedecen sumisos los victoriosos Arcángeles
y rinden vasallaje serafines, Patriarcas, Apóstoles y Santos,
yo os adoro como centro de todas las perfecciones
y os doy veneración con todo el fervor de mi corazón.
Autor del todo bien y fuente inagotable de toda santidad,
te agradezco con sinceridad y de todo corazón
los muchos y señalados dones de la naturaleza,
virtudes y mercedes con que enriqueciste en este mundo
a tu fidelísimo y humilde siervo San Cipriano,
y por las muchas necesidades que ha aliviado
a través de su santa y muy poderosa intercesión.
Oh glorioso san Cipriano, te damos gracias protector nuestro
por los señalados favores que hemos recibido del cielo,
mediante tus muchas intervenciones a favor nuestro
y por ello no te olvidamos en nuestras oraciones.
Virtuosísimo san Cipriano, por la defensa que nos brindas
te pido que me libres de los ataques constantes
del adversario, del contrario y enemigo, visible o invisible,
líbrame de todo daño y mal que ellos me quieran causar,
desármalos, aléjalos, destiérralos de mi lado,
haz que no se ensañen conmigo ni me puedan lastimar.
Sálvame de muerte repentina, de tempestades, rayos, accidentes, desastres, incendios, inundaciones,
y de cualquier otra desgracia o catástrofe.
Líbrame de vecinos inconvenientes, de malas compañías,
presérvame de difamaciones, mal de ojo y malas lenguas,
aléjame de gente envidiosa, violenta y malintencionada
de ruindades, celos, chismes y traiciones.
Protégeme de maleficios, brujerías y hechicerías,
no dejes que me dañen con magia negra,
ni que me envíen ningún tipo de maldición, conjuro,
que no caiga sobre mí ningún trabajo, amarre o mal de ojo.
Si cayere en prisión, consuélame, fortaléceme,
y ayúdame a salir lo antes posible de ella con honra,
con la frente en alto, sin humillación ni consecuencias.
y por ello no te olvidamos en nuestras oraciones.
Virtuosísimo san Cipriano, por la defensa que nos brindas
te pido que me libres de los ataques constantes
del adversario, del contrario y enemigo, visible o invisible,
líbrame de todo daño y mal que ellos me quieran causar,
desármalos, aléjalos, destiérralos de mi lado,
haz que no se ensañen conmigo ni me puedan lastimar.
Sálvame de muerte repentina, de tempestades, rayos, accidentes, desastres, incendios, inundaciones,
y de cualquier otra desgracia o catástrofe.
Líbrame de vecinos inconvenientes, de malas compañías,
presérvame de difamaciones, mal de ojo y malas lenguas,
aléjame de gente envidiosa, violenta y malintencionada
de ruindades, celos, chismes y traiciones.
Protégeme de maleficios, brujerías y hechicerías,
no dejes que me dañen con magia negra,
ni que me envíen ningún tipo de maldición, conjuro,
que no caiga sobre mí ningún trabajo, amarre o mal de ojo.
Si cayere en prisión, consuélame, fortaléceme,
y ayúdame a salir lo antes posible de ella con honra,
con la frente en alto, sin humillación ni consecuencias.
Con tus vestiduras santo mío cúbreme, tápame
y líbrame de todos los peligros y malas circunstancias
que ante mí se presenten o se vayan a presentar,
líbrame de quienes por odio o envidia mi mal quieran
y presérvame de los que a mí se acerquen para dañarme.
Te ofrezco, abogado mío, poderoso san Cipriano,
el culto, la honra y agradecimiento, el respeto y devoción
que hoy se te tributa merecidamente en todo el universo.
Alcánzame, amoroso protector, en esta ocasión,
todo lo bueno y necesario para sentirme libre de maldad,
y haz que alcance de Dios Nuestro Padre y Señor
este especial favor que con humildad te imploro
y que como bien sabes me es necesario para tener paz,
para salir adelante y vivir sin sobresaltos y preocupación:
(menciona ahora el problema y lo que deseas conseguir
por la mediación del buen san Cipriano).
San Cipriano poderoso, dame tu auxilio,
eleva mi petición al Altísimo, no tardes en hacerlo,
para que con vuestro ardor e intercesión me sea concedida,
si conviene a mi alma, y es para honor y gloria de Dios
y haz que mi vida y mis actos sean agradables a Él,
para que así goce, cuando llegue mi hora,
de tu dichosa compañía en la Patria Eterna.
Amén. +
Reza con mucha devoción tres Credos y Gloria
y repite todo durante tres días consecutivos.
Reza con mucha devoción tres Credos y Gloria
y repite todo durante tres días consecutivos.
Cuando estés pasando por una mala racha y sientas que algo negativo te rodea y no te permite vivir en paz, acógete a este santo para que te acerque más a Dios, corte lo que te perjudica, para que te guarde de todo mal, te preserve de malas influencias y te desligue de tus enemigos.
Si quieres alejar de ti a los enemigos, a los malos vecinos, las magias y otros males enviados y que tu hogar quede mas protegido, el último día, después de rezar la oración y antes de hacer los rezos indicados, prende una vela marrón, o azul oscuro, o verde oscuro, reza el Credo y el Gloria y deja que siga ardiendo la vela hasta que se consuma totalmente.
- TAMBIÉN TE PUEDEN INTERESAR ESTAS ORACIONES:
No hay comentarios:
Publicar un comentario