¡Oh milagrosísimo y venerado Cristo de los Milagros!,
Padre, hermano y amigo nuestro bondadoso,
¡oh dulce Señor, Redentor y Salvador de los hombres!,
te adoramos, te alabamos, te bendecimos y te glorificamos
hoy y siempre, por los siglos de los siglos,
y en unión con tu Santísima Madre, la Virgen de los Dolores,
nuestra dulce Madre y eficaz abogada y protectora,
queremos agradecerte los muchos favores y milagros
que has obrado y obras en favor de tus fieles seguidores.
¡Oh amadísimo y adorado Jesús de los Milagros!,
Señor nuestro que desde las Alturas nos das refugio seguro,
Padre, hermano y amigo nuestro bondadoso,
¡oh dulce Señor, Redentor y Salvador de los hombres!,
te adoramos, te alabamos, te bendecimos y te glorificamos
hoy y siempre, por los siglos de los siglos,
y en unión con tu Santísima Madre, la Virgen de los Dolores,
nuestra dulce Madre y eficaz abogada y protectora,
queremos agradecerte los muchos favores y milagros
que has obrado y obras en favor de tus fieles seguidores.
¡Oh amadísimo y adorado Jesús de los Milagros!,
Señor nuestro que desde las Alturas nos das refugio seguro,
que por tu misericordia y bondad, por tu entrega a nosotros,
y para darnos prueba de tu infinito amor hacia los hombres,
has querido morir pendiente de esa Santa Cruz,
después de haber padecido los más crueles tormentos
y haber derramado en la Cruz tu Preciosa Sangre
en rescate por nuestras culpas, nuestras faltas y pecados.
y para darnos prueba de tu infinito amor hacia los hombres,
has querido morir pendiente de esa Santa Cruz,
después de haber padecido los más crueles tormentos
y haber derramado en la Cruz tu Preciosa Sangre
en rescate por nuestras culpas, nuestras faltas y pecados.
Henos aquí postrados ante tus plantas adorables
para acompañarte y agradecer tanto sacrificio,
para decirte que sabemos de tus duros padecimientos
y darte una muestra de nuestra tierna compasión
por los dolores indecibles sufridos en tu Pasión
y, sobre todo, para darte nuestro sincero amor
y nuestra profunda gratitud por tan costosa redención.
Venimos, oh prodigioso Cristo de los Milagros,
a presentarte confiadamente nuestras plegarias
con la más segura certidumbre de que seremos escuchados,
pues Tú, gloriosísimo y clementísimo Señor,
nunca nos dejas sufrir más de los necesario,
nunca nos dejas sin tus Santos Auxilios en las adversidades
y, con inmensa largueza, acercas nuestras peticiones a Dios
para que recibamos pronto aquello que nos hace falta
cuando los problemas y dificultades nos ahogan.
Sí, Señor y Dios nuestro, amadísimo Cristo Crucificado:
por esa corona de espinas que taladra tus sienes
y atormentan dolorosamente tu santísima Cabeza;
por esos clavos que traspasan tus pies y manos adorables,
por el inmenso sacrificio que hiciste para salvarnos,
te pedimos perdones nuestras faltas y pecados,
así como las veces que te hemos fallado de obra o de palabra,
las veces que nos hemos olvidado de rezarte,
así como las veces que te hemos fallado de obra o de palabra,
las veces que nos hemos olvidado de rezarte,
y te rogamos escuches los ruegos que llenos de esperanza
hoy presentamos con sencillez ante tu milagrosa Imagen,
ayúdanos, te suplicamos, mi buen Jesús, a conseguir:
ayúdanos, te suplicamos, mi buen Jesús, a conseguir:
(exponer el problema y pedir al Señor de los Milagros
con recogimiento lo que se desea obtener).
con recogimiento lo que se desea obtener).
Tú que estás presente a nuestro lado cuidándonos,
Tu que no nos abandonas ni nos dejas solos
Tu que no nos abandonas ni nos dejas solos
cuando estamos perdidos y no encontramos el remedio
para salir de nuestras difíciles y desesperadas necesidades,
aleja las enfermedades y haz que gocemos de buena salud,
danos oportunidades para tener un trabajo estable y digno,
haz que tengamos amor correspondido en nuestras vidas
y que estemos rodeados de paz, bienestar y prosperidad;
aleja las enfermedades y haz que gocemos de buena salud,
danos oportunidades para tener un trabajo estable y digno,
haz que tengamos amor correspondido en nuestras vidas
y que estemos rodeados de paz, bienestar y prosperidad;
Tú que siempre nos recibes y gustosamente nos bendices
cuando ves que algo nos atormenta y aflige,
cuando ves que algo nos atormenta y aflige,
haz llegar a Dios Padre estos nuestros sufrimientos
y envíanos desde los Cielos el milagro que solicitamos.
Te lo pedimos por los méritos de tu Madre Dolorosa,
cuya maternal intercesión no puedes desatender,
por ser Madre nuestra y bendita auxiliadora de los hombres
a quien con cariño dirijo estas sencillas alabanzas:
a quien con cariño dirijo estas sencillas alabanzas:
¡Oh Madre de los Dolores!, Señora de gracia plena,
intercesora nuestra directísima que nos otorgas tu piedad
y nos consuelas con tu ternura cuando te invocamos,
y nos consuelas con tu ternura cuando te invocamos,
presenta a tu Hijo Crucificado nuestro dolor y contrición,
nuestras pesadumbres y nuestras lágrimas,
hazle llegar nuestro agradecimiento por lo que nos ayuda
hazle llegar nuestro agradecimiento por lo que nos ayuda
y las súplicas que le hacemos en estos cinco días,
para mayor gloria suya y bien de nuestra alma y cuerpo.
Así sea.+
Vuelve a repetir con mucha fe las peticiones, insiste las veces que sean necesarias y ten la certeza que el Señor está a tu lado ahora que tanto precisas de su ayuda.
Para que tu fe y esperanza se incrementen reza con devoción cinco Padrenuestros, cinco Avemarías y cinco Glorias, en honor a las Cinco Llagas de nuestro Señor Jesús de los Milagros y a los padecimientos de su Santísima Madre, bajo la advocación de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores.
La oración y los rezos se hacen con plena confianza durante cinco seguidos, por la mañana y por la noche.
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Señor de mis milagros concedeme este milagro que tanto te pido para poder sacar adelante a ni familia, aleja toda maldad y protege a mis hijos en nombre de tu hijo te lo pido amén
ResponderEliminarSeñor de los Milagros acudo a ti para que me ayudes a solucionar mis deudas y me des auxilio en esta dificil situacion economica, por todos los beneficios recibidos Gracias -amen
ResponderEliminarSeñor de los milagros te pido para que RESTAURES mi familia, nos unas y aumentes nuestra fé hacia tí, destruye todo los que nos impide estar juntos, que la maldad del mundo nunca más nos pueda tocar y que núnca nos apartemos de tí mi señor Jesús.
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