Glorioso san Francisco de Asís, bendito, bendito seas,
pues nos dejaste un legado de inmensa bondad
hacia el necesitado, hacía el débil, hacia el desamparado;
san Francisco, bendito, bendito seas hoy y siempre,
pues con humildad y virtud amaste a todas las criaturas
y te entregaste sin medida a darles cariño, paz y auxilio.