Dios misericordioso, Señor Todopoderoso,
Tú que nos das amor y nunca nos olvidas,
Tú que nos conduces con dulzura y velas por nosotros,
nos sanas y nos levantas cuando estamos abatidos
y con tu Divina Providencia nos colmas de bienes,
por favor no dejes que padezcamos adversidades,
abre las puertas de los Cielos y con tu Sacrosanta Mano
haznos llegar tus favores y bendiciones.
Omnipotente y sempiterno Padre nuestro
que nos has concedido a tus fieles hijos
el don de conocer la gloria de la eterna Trinidad
en la confesión de la verdadera fe,
y la de adorar la unidad en el poder de tu Majestad,
danos tu poderoso auxilio y libra nuestra vida de todo mal,
de toda tristeza, carencia, enfermedad y adversidad.
Tú que nos conduces con dulzura y velas por nosotros,
nos sanas y nos levantas cuando estamos abatidos
y con tu Divina Providencia nos colmas de bienes,
por favor no dejes que padezcamos adversidades,
abre las puertas de los Cielos y con tu Sacrosanta Mano
haznos llegar tus favores y bendiciones.
Omnipotente y sempiterno Padre nuestro
que nos has concedido a tus fieles hijos
el don de conocer la gloria de la eterna Trinidad
en la confesión de la verdadera fe,
y la de adorar la unidad en el poder de tu Majestad,
danos tu poderoso auxilio y libra nuestra vida de todo mal,
de toda tristeza, carencia, enfermedad y adversidad.
Dios Eterno te rogamos que por la firmeza de esta misma fe,
y por la Preciosa Sangre Cristo nuestro Señor,
que fue derramada por nuestra salvación,
nos libres siempre de todos los males de este mundo
de todas las desdichas, angustias y necesidades,
y sobre todo que nunca nos falte tu Divina Providencia.
Dios y Señor Nuestro, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
"cuya Providencia no se equivoca en todo lo que dispone,
y nada acontece que no lo ordene",
rendidamente tus siervos te pedimos y suplicamos
que apartes de nosotros todo lo que nos aleje de Ti,
y nos concedas todos los bienes que nos convienen
para el bien de nuestra alma
y el bienestar de nuestro cuerpo.
y el bienestar de nuestro cuerpo.
Haz que en toda nuestra vida, en nuestro corazón,
busquemos primeramente Tu Reino
que tengamos caridad y que seamos justos en todo.
Haz que no nos falte un buen trabajo,
un techo bajo el cual nos cobijamos,
ni el sustento con que alimentarnos cada día,
haz que nuestras vidas estén bendecidas
por tu misericordia, por tu eterna bondad,
en especial concédenos tu amparo y protección
cuando nos sintamos apesadumbrados por los problemas
y las necesidades y tristezas del corazón nos agobien,
que tu Divina Providencia, que todo lo hace bien,
sea quien rija nuestras acciones y palabras,
sea quien rija nuestras acciones y palabras,
nos ayude a levantarnos y a superar las dificultades.
Hoy con plena confianza en Ti, Señor nuestro,
te suplicamos nos des tu generoso auxilio
para solucionar lo que a nosotros nos resulta imposible,
sabes que ahora te necesitamos mas que nunca
y que a Ti llegamos cargados de ilusión,
sabes que ahora te necesitamos mas que nunca
y que a Ti llegamos cargados de ilusión,
por ello te rogamos con todo el afecto de nuestro corazón
nos concedas esto que con esperanza pedimos:
nos concedas esto que con esperanza pedimos:
(solicitar ahora con mucha fe lo que se quiere conseguir).
Dios nuestro que sabes lo que nos conviene
y nos das consuelo cuando estamos padeciendo,
escucha con agrado nuestras suplicas
apiádate de nosotros y no permitas que sigamos sufriendo,
haz llegar tu Divina Providencia
y por favor otórganos lo que con afán imploramos.
Que nunca nos falte tu comprensión Señor,
que no nos falte tus auxilios Divinos,
Que nunca nos falte tu comprensión Señor,
que no nos falte tus auxilios Divinos,
líbranos de las enfermedades y de la miseria;
que ningún mal ni enemigo nos domine.
Sálvanos del pecado, el mayor de todos los males,
y que siempre estemos preparados santamente a la muerte.
Por Tu Misericordia, Señor y Dios Nuestro,
haz que vivamos siempre en Tu Gracia.
Así seremos dignos de adorar Tu amable Providencia
en la eterna bienaventuranza.
Amén.
ORACIÓN TRADICIONAL
ORACIÓN TRADICIONAL
Santísima Trinidad, ¡oh Divina Providencia!
concédeme tu clemencia por tu infinita bondad;
Arrodillado-a a tus plantas, a Ti portento de toda caridad,
te pido por los míos casa, vestido y sustento;
concédenos la salud, llévanos por buen camino,
que sea siempre la virtud la que guíe nuestro destino.
Tú eres toda mi esperanza, eres el consuelo mío,
en Ti creo, en Ti espero, en Ti confío.
Tu Divina Providencia se extienda a cada momento
para que nunca nos falte casa, vestido, sustento
y los Santos Sacramentos en el último momento.
Así sea. +
Reza con mucho fervor tres Padrenuestros,
un Avemaría y un Gloria.
un Avemaría y un Gloria.
Tienes que hacer la oración durante tres días seguidos. Si tu petición es muy urgente y sientes desesperación por los problemas o necesidades, hazla durante nueve días, como si se tratara de un novenario. Lo más importante es que deposites tus esperanzas en la Divina Providencia de Dios, que tengas fe firme en el auxilio que concede frente a las adversidades, pues nunca falta ni abandona y colma de bienes.
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