Entre los bellos títulos con que los fieles cristianos han engalanado a María, destaca por su importancia la de la Virgen de la Consolación, pues su nombre nos indica que en nuestras aflicciones y carencias podemos recibir el consuelo que buscamos.
En Ella podemos encontrar fortaleza para refugiarnos cuando la desesperación nos invada y recibir el aliento que necesitamos para vencer en la lucha contra las adversidades.