Tener salud es muy importante, si nos falta nada está bien en nuestras vidas. Estos santos, médicos de profesión, sanaban a la gente por sus conocimientos, pero cuando era imposible se encomendaban a Dios y obraban grandes milagros, milagros que siguen llegando a nosotros en la actualidad por su poderosa mediación y por los dones que el Señor les concedió.
Oh gloriosos y santos médicos Cosme y Damián,
que por fe en Jesús consagrasteis vuestra vida
al cuidado de las almas y los cuerpos de los afligidos.