Las 11.000 vírgenes son, según la antigua tradición, las mártires de Colonia, santas mujeres inglesas del siglo V que acompañaron a santa Úrsula en su viaje a Roma y que a su regreso fueron cruelmente torturadas hasta la muerte, junto a ella, por resistirse y defender su virginidad ante los ejércitos de Atila, aunque se duda de que fueran 11.000.
Sus reliquias se conservan repartidas en varios monasterios y abadías de Europa y América, normalmente dedicadas a Santa María Virgen y a santa Úrsula, y, a través de los tiempos, estas sagradas vírgenes han sido muy veneradas por los muchos milagros y favores que se han concedido por su mediación.